En terapia narrativa existe la “novedad” de incluir el contexto sociocultural y político en relación a los problemas que experimentan

las personas, perspectiva inclusiva y siempre importante en la vida de las personas. A diferencia de modelos o explicaciones analíticas/positivistas y más inclusivas aún que las sistémicas-relacionales, se pone especial énfasis en el contexto donde ocurren las cosas, pero también desde una perspectiva socio histórica, los fenómenos sociales, culturales, psicológicos o económicos, no emergen de forma atemporal, son producto irreductible de los condicionantes temporales, históricas y culturales donde tienen ocurrencia, de hecho, las mismas teorías tienen un componente político. Político en relación al ejercicio del poder.

 Desde ahí el abuso sexual infantil, para la terapia narrativa, es un problema más amplio que la trasgresión sexual misma, ya que, ocurre en un contexto que posibilita la trasgresión sexual, un contexto político e histórico, el cual se conoce como patriarcal con sus diversas manifestaciones de trasgresión hacia los géneros masculino y femenino. Al mismo respecto, hay que tener presente la relación histórica de dominación que ha tenido lo masculino frente a lo femenino, ello es algo que no se puede desconocer, ya que, genera efectos debilitadores y normalizadores de ciertas conductas trasgresoras hacia lo femenino